Avatares de la Investigación Criminológica.

De psicópatas, psicóticos y tortugas que se escapan por otro lado.
En los últimos tiempo me han consultado muy amablemente varios medios sobre las causas criminales mediatizadas. Eso llevo a ver que era lo que se decia y asi ver un tema, una modalidad, que no es nueva pero se está repitiendo màs y màs, en una copia de situaciones cercanas en el tiempo.
Alguien es asesinado, preferentemente un menor, o una mujer o varias. Se activa en ese momento una serie de comentarios en los cuales indefectiblemente se establece una teorìa con ribetes de dogma: es “algo nunca visto”, agregando en muchos casos «en la historia criminal en nuestro país», es decir es algo extraordinario y único. A partir de esta aseveración sin bases o referencias ciertas o verificables, y açhabiendo aceptado esta, se comienzan con otras que indefectiblemente alejan la posibilidad de abordar el problema.
La siguiente capa en esta construcción, es la de ” criminólogos” ” psicólogos” ” psiquiatras”. sociologos etc. etc. etc. que interactua con periodistas que en algunos casos cuentan con algunos años en el tema y otros que han encontrado una reciente vocación.

Luego se agregan datos parciales, fragmentarios, frente a los cuales se extraen conclusiones. Aquí nos acercamos al objeto de interés en criminología y en psiquiatría forense, y es la construcción del conociento que es necesariamente ligado a un metodo necsariamnete científico. Esos datos fragmentarios abonan la teoría de “crimen abominable”, haciendo claro una clasificación que nos deja preguntando cuales no lo son, o eventualmente si se trata de un agravante dentro del art.80. Así llegamos a la inmediata sospecha que «ese sujeto no es normal «, es un mostruo, algo grave le pasa, y allí llegamos a lo de psicópata, psicótico, perverso, todo ello junto y sin matices, con lo cual quizás sin intentarlo concientemente, se aleja la posibilidad de saber que es lo efectivamente pasó. «Candela tuvo relaciones antes, fue violada,» y allí empezaron desde la pedofilia, hasta la perversión. Parece más importante el morbo sobre una menor que no es portegida y concentrarse en ello que en un fenómeno que esta reproduciendo lo que pasó ya en Colombia, Méjico, El Salvador, Venezuela, y …no eran crímenes pasionales exactamente. Por el costado de estas hipótesis pasan los móviles reales del crimen y la investigación. También aporvechamos para acrecentar al idea de delito, idem enfermedad mental.Quizàs sea necesario pensar en que un sicario, un mercenario pro ejemplo es claro que debe tener rasgos psicopáticos por el solo hecho de cumplir su función, pero que nos ea este EL centro del planteo.

Tratamos desde hace años de no estigmatizar la enfermedad mental, pero ahora gente que debe haber visto a los delincuentes en un titular de diario, sugiere que si lo cometieron son psicópatas o psicóticos. Es decir los psicópatas y los psicóticos son potencialmente delincuentes? Será claro que aseverar las cosas livianamente lleva a pensar otra vez que el malestar psíquico encierra necesariamente la idea de peligro, y que forazando la trama , hay que defenderse. Quizás sea el moemto devolver a estudiar la historia de la psiquiatría y porque se hacian » curas» como las que se hacían.

En una entrevista reciente radial un periodista esperaba que yo le dijera que el sujeto en cuestiòn, en otra causa previa a estas actuales, era un loco, demente y que había que eliminarlo. De hecho luego enojado, el dijo «no estoy de acuerdo, con lo que dijo este médico, que valida estos comportamientos, para mi a esta gente hay que hacer algo (en clara alusión a un algo terminal)». No aprendimos nada de nuestra historia? No estar de acuerdo en demonizar, ya que no sirve y decididamente aleja la verdad, parece alterar los ánimos. En ese contexto mejor busquemos gente que repita nuestra hipótesis (la de los que tratan el tema viseralmente). Ante cualquier sospecha, perverso, psicópata psicótico, no tiene cura. Así alimentamos no solo algo que varias décadas después seguimos padeciendo sino ser cada vez más ignorantes. Afortunadamente hay algunos programas que se resisten a repetir frases efectistas, supongo que por pensar que todavía existe la ética

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