Este es el primero quizás de una serie de notas mentales sobre un tema que sale a la luz hoy por mérito de otro terrible asesinato. En este caso el de Tomas Santillán, presuntamente en manos de su padrastro.

Esto ocurrió en Buenos Aires República Argentina y posterior al de otro caso mediático, el de Candela Rodríguez.

Hay patrones que se repiten en la respuesta de la sociedad y por ende el reflejo en los medios, sea este causa o consecuencia el uno del otro o simplemente interactuando.

Calificamos al crimen de manera superlativa, buscando adjetivos que puedan mensurar nuestro horror. Existe alguna forma de encontrar algún adecuado? Horroroso crimen, algo nunca visto etc. etc.

Otro factor es la aparición de gente que opina, quizás eso no sea un trasgresión grave, peor cual es el fin? Participar, tener un segundo en los medios, erigirse como experto? Sin alejarme en el tiempo ayer escuchaba a dos periodistas con disquisiciones sobre psicopatía y psicosis, narcisismo, sociópata etc. y ya hablando de la imputabilidad o no de uno u otro. Para sazonar a la salsa intelectual algo más, la pregunta si la sociedad los debía encerrar o…matar. Otro tema interesante es que en muchos caos que quienes hablan tiene un título habilitante para el ejercicio de por ejemplo la psicología , la sociología la psiquiatría, pero evidentemente sin experiencia directa con este tipo de personajes, y con citas claramente de la literatura pero no de la experiencia. Allí me acorde y alguien y de algo y aquí empezaría esta serie de comentarios. Me permití comenzarlo con el título que le dio hace varios años alguien que es la norma seguida en cuanto a sus escritos y su práctica sobre este tipo de estructuras, Robert Hare. El elaboro un listado de ítems que permiten evaluar a estos individuos que no padecen una enfermedad en los términos médico clínicos, sino un estructura especial de su personalidad, esta escala es  la usada mundialmente. A su vez para expresar su sensación particular quizás para sacarse parte  de la pesada mochila, y hablaremos de ella, escribió hace varios años un libro llamado Sin conciencia,: El inquietante mundo de los psicópatas que nos rodea, Y en ese título toda una declaración.

Al hablar del padrastro (que nombre darle) de Tomás, presuntamente el asesino, todos parecen sorprenderse por “no se quebró”, no no se quiebran, si por esto asumimos que se haga responsable, “no siente culpa”, no no la siente, de hecho ha realizado algo lógico en su esquema cognitivo. Y este es el núcleo, su armado cognitivo es diferente al del neurótico, que se cuestiona plantea, enoja, lo que fuera pero sus emociones están allí.

Por último en este primer avance, valga entender que este tipo de crímenes, no son tan extraños como parece o quiere ser planteado sino es cada vez más frecuente, y por otro que los individuos de este tipo están cada vez más entre nosotros. N nos va a ser demasiado útil seguir analizando con este nivel, a menos que esperemos seguir horrorizándonos, de manera cada vez más frecuente. Estas estructuras son producto de épocas de crisis en las que las mentes de esos hombres una vez niños fueron “cableadas “de manera especial definitivamente.

Ayer escuchaba a un hombre denunciado como golpeador, acosador, y en los medios el acusaba a la víctima,…solo para recordar que los depredadores eligen victimas que puedan controlar, es decir los más débiles.

No dejen de referirme  casos que conozcan, y enviar comentarios que así aprendo.

1 COMENTARIO

  1. Los casos que conozco por suerte sólo son los que se publican y ojalá no fueran tan seguidos.Pero hay uno muy conocido de hace muchos años y en EE.UU:»Los asesinatos del gallinero de Wineville».Escalofriante porque no había un vínculo,las víctimas eran niños elegidos al azar.No quiero decir que los crímenes de estos chicos sea menos horroroso,pero hasta ahora siempre está el enlace de por medio,para mi sería mucho peor que ande un loco suelto secuestrando y sorteando el destino de los niños.

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